Siendo utilizada sucesivamente por los Gobernadores de Chile, y luego por los Presidentes de Chile hasta 1846, cuando la residencia presidencial fue trasladada al Palacio de La Moneda.
Sin embargo, un incendio casi destruye por completo el edificio, siendo restaurado en 1882 dándole el estilo neoclásico que posee actualmente.
En 1903, fue construído un tercer piso y una cúpula superior.