La Iglesia, ubicada a 22oo metros sobre el nivel del mar en plena Cordillera de los Andes. Surge dentro del contexto de la ciudad minera de Sewell, un lugar que se inicia en 1904 como campamento minero, alcanzando su periodo de apogeo entre 1930 y 1960 reuniendo a 15.000 habitantes.
La construcción de la Iglesia al borde de una montaña en una zona aislada y de muy difícil acceso bajo un clima implacable, es testigo del esfuerzo y perseverancia de una pequeña sociedad forjada a comienzos del siglo XX.
La Iglesia esta construida en madera, cuyo Cristo estaba hecho con rocas traídas desde la mina.
La ciudad de Sewell fue abandonada entre 1967 y 1971, destruyéndose parte importante de sus instalaciones.
La Iglesia de Sewell fue actor privilegiado de una sociedad de esfuerzo y compañerismo que nunca será olvidada.
Hoy en día se reconoce el importante valor patrimonial de estas construcciones, realizándose un gran esfuerzo en su restauración y preservación para futuras generaciones.